Era de las que pensaba que el Coronavirus sería como una gripe más, pero más fuerte. No lo veía como una crisis sanitaria y menos imaginarme que se convertiría en una crisis sistémica y de tal magnitud.
Durante estas primeras 5 semanas de confinamiento hemos visto como el Coronavirus se ha proclamado dueño del mundo y las primeras potencias del mundo se han dado cuenta de su fragilidad. No sabemos si el daño está hecho a propósito o es resultado de la irresponsabilidad de nosotros mismos, como seres humanos, pero la realidad es que la amenaza está ahí. Los mêmes con los que me tronchaba, estas últimas 5 semanas ya han dejado de causarme tanta gracia. Tengo que confesar que hasta que no se activo el estado de alarma en España no le di tanta importancia al virus. Al igual porque consideraba injusto el afán de protagonismo que se le estaba dando al virus frente a otras epidemias más devastadoras que causan más muertes.
Diariamente en el mundo mueren miles de personas a causa de otras epidemias en forma de virus y hambre que se podrían evitar. Solo poniendo de ejemplo el hambre mundial; alrededor de 24.000 personas mueren al día, de los cuales 3 de cada 4 son niños y menores de 6 años….
¿Y cuantos comunicados vemos diariamente al respecto? 0, ya que el hambre no es una causa de muerte en ricos…Yo veía mucha manipulación para vender una posible vacuna, medicación preventiva y mascarillas, y tener a toda la población mundial manipulada y en pánico.
Después de estas primeras 5 semanas de confinamiento, he llegado a la conclusión que no importa mucho lo que piense o pensemos, que esto no es el Apocalipsis para Occidente, pero no hay duda de que si para continentes como África y Asía. La crisis económica ha alcanzado también a países de estos 2 continentes, que tienen mucha menos posibilidad de respuesta y acabará afectando al incremento de las cifras de personas en situación de hambre. Pero a la vez lo veo como una oportunidad de entender el propósito real de nuestro paso por el mundo. Lo único que puede protegernos de crisis como esta es la corresponsabilidad y la solidaridad mundial.
Siendo menos egoístas y pensando no solo en nosotros si no también en los demás seres vivos.
Sintámonos afortunados y ricos si tenemos un techo sobre nuestra cabeza, si tenemos comida en la nevera y hoy nos hemos despertado con más salud que enfermedad… Confío en que todo se irá como llego, y que todo volverá a la normalidad, aunque lentamente y dejará alguna huella en nosotros y mucho aprendizaje.
¡Estamos juntos en esto, así que tomémoslo como una GRAN LECCIÓN!
