Este monumento es del todo simbólico para nosotros… Refleja una nueva era que deja un pasado oscuro atrás y se dirige hacia la luz.
Simboliza la libertad y la liberación de todo un país, hundido siglos atrás por la esclavitud en ciudades como Saint Louis o la Isla de Gorée.
Se encuentra en el barrio de Ouakam de Dakar. Se trata de una espectacular escultura que se alza 52 metros, llegando a ser incluso más alto que the Statue of Liberty.
El conjunto fue inaugurado en 2010 por el ex presidente de Senegal Abdoulaye Wade, coincidiendo con la fiesta nacional del país. Ese día Senegal conmemoraba el 50 aniversario de su independencia como nación.
¿Sabías que está considerado la tercera de las 7 maravillas de África?
Considero este monumento como imprescindible en tu viaje porque se ha convertido en parte del sello de identidad de Senegal y de África. Marca un antes y después en el despegue de Senegal después de sobrevivir a sus más de 5 siglos de colonización y esclavitud.
No solo es un símbolo para los senegaleses sino para toda África.
El conjunto representa a una familia africana que mira dirección a América, hacia el otro lado del océano, a donde fueron llevados los africanos como esclavos.
Para llegar hasta los pies del monumento hay que subir por unas escaleras interminables. Una vez se llega a sus pies, la vista del monumento desde allí abajo es admirable.
Ves a los visitantes acercándose a visitarlo. Se les observa asombrados comentando semejante maravilla, se ríen, hacen fotos…El monumento al renacimiento africano domina la ciudad. Es gigantesco, majestuoso y sorprendente.
La figura representa a una familia africana compuesta por un hombre acompañado por su mujer, semidesnudos, agarrados uno a otro y a su hijo pequeño sentado sobre el brazo derecho del padre.
Se observa al niño apuntando con su dedo al mar que tiene enfrente…Señala a los africanos que se encuentran al otro lado del Océano Atlántico.
Los tres miran hacia la misma dirección, como convencidos de un futuro prometedor.
En el interior del monumento se puede disfrutar de una agradable e interesante ruta por diferentes salas y plantas, en el que un guía explica historia, tradición y cultura senegalesa.
La ruta en el interior termina en la última planta, que lleva a la cabeza de la escultura del hombre. Se llega en ascensor y las vistas son increíbles. A través de los ventanales se observa la parte de la escultura del niño y la mujer.
A lo lejos hacia donde apunta el índice del niño, se ve el mar hasta donde alcanza la vista…Y del otro lado, la ciudad de Dakar, inmensa.
Lo que más cautiva del monumento es la cita del ex presidente “Abdoulaye Wade” grabada en una placa de mármol… que, traducida textualmente, dice así:
Joven de África y de la diáspora (dispersión de un pueblo por diversos lugares del mundo), si un día tus pasos te llevan hasta el pie de este monumento, piensa en todos los que sacrificaron su libertad o su vida por el renacimiento de África.
Es una frase que inspira y nos enseña toda la simbología y grandeza del monumento.
Y es en el momento de abandonar el lugar cuando te das cuenta de que se trata de un lugar especial… en ese momento solo te viene una cosa a la mente, regresar allí lo más rápido posible.
Y a ti, ¿te gustaría visitar el monumento al renacimiento africano?
Si ya has visitado el monumento y este post te ha servido para tele- transportarte, me encantaría leer tu experiencia entre los comentarios.
¡NOS VEMOS EN EL SIGUIENTE POST!